Tienes un sueño. Deseas conseguirlo sobre todas las cosas. Quieres llegar a ello cueste lo que te cueste. Nadie dijo que todo en esta vida fuera fácil, al contrario, incluso la cosa mas mínima requiere un cierto sacrificio.
Hay personas en el mundo que tienen lo que más anhelan delante y lo dejan escapar, simplemente por hipocresía, por vagueza, por conformarse simplemente con lo que tienen.
Yo me considero del polo opuesto, me considero de las personas que se dejan hasta el último aliento por conseguir lo que desean, porque tengo mucho sueños, ganas de aprender, ganas de luchar por lo que quiero, por los que quiero.
Hay personas en el mundo que tienen lo que más anhelan delante y lo dejan escapar, simplemente por hipocresía, por vagueza, por conformarse simplemente con lo que tienen.
Yo me considero del polo opuesto, me considero de las personas que se dejan hasta el último aliento por conseguir lo que desean, porque tengo mucho sueños, ganas de aprender, ganas de luchar por lo que quiero, por los que quiero.
Creo que la vida es una continua carrera donde la meta es donde quieres llegar, pero la felicidad completa no existe, la felicidad solo es un estilo de vida. Y para ser feliz, no tienes porqué tener lo que quieres y ya está, porque si no ¿De qué serviría vivir? Pues de nada. De eso se trata la vida, de pelear por lo que quieres.
Una persona muy importante en mi vida me dijo "Gemma, llegarás lejos, solo tienes que proponertelo" y que hacía felices a los demás. No le contesté. No sabía que responder.
Ahora si sé que responderle, le respondería que no es que hiciera felices a los demás, es que yo soy feliz si ellos lo son, es que sin que las personas que componen mi vida no son felices, yo no lo soy tampoco del todo. Y a lo de que llegaré lejos, no lo sé, tampoco me lo he planteado, no me quiero proponer metas inalcanzables, prefiero que sean difíciles y no imposibles. Prefiero la improbabilidad que la imposibilidad.
Una persona muy importante en mi vida me dijo "Gemma, llegarás lejos, solo tienes que proponertelo" y que hacía felices a los demás. No le contesté. No sabía que responder.
Ahora si sé que responderle, le respondería que no es que hiciera felices a los demás, es que yo soy feliz si ellos lo son, es que sin que las personas que componen mi vida no son felices, yo no lo soy tampoco del todo. Y a lo de que llegaré lejos, no lo sé, tampoco me lo he planteado, no me quiero proponer metas inalcanzables, prefiero que sean difíciles y no imposibles. Prefiero la improbabilidad que la imposibilidad.
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