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viernes, 28 de octubre de 2011

Hoy es otra noche de esas en las que estoy hablando contigo y el tiempo avanza tanto que no me doy ni cuenta. Si, y me encanta que sea así. 
Lo sabes todo ya, sabes que te quiero, que te estaré infinitamente agradecida por tu sinceridad, por entenderme, es que eres, no sé, como una alma gemela, porque siempre tienes el consejo acertado para hacerme sentir mejor. Gracias, porque aunque enfadandote conmigo sabes llevarme por el buen camino, por mirar siempre por mi, por que esté bien, por cada mirada cómplice, por cada abrazo, porque me encantan, porque no sabes como los necesito.
Te prometo que nunca pensé que iba a encontrar a una persona así en mi vida, es muy difícil encontrarlas porque cada persona es un mundo diferente, y yo pues me considero un caso aislado, somos diferentes en muchos aspectos, pero prácticamente iguales en muchos otros.
Porque siempre serás mi ejemplo a seguir, mi ejemplo de fortaleza, de esfuerzo, de dedicación. Y seguiré tu ejemplo, te lo prometo. Nunca me cansaré de darte las GRACIAS por tratarme como me tratas, porque a veces no me lo merezco tanto, pero tú sigues ahí conmigo, cueste lo que cueste por que sea feliz. No sabes lo mucho que te quiero.

sábado, 15 de octubre de 2011

Un pequeño resumen de mi vida.


Hoy, es una noche más de esas en las que estás sola en casa, y te da por reflexionar sobre tu vida, sobre lo que ha sido de ti en nada más y nada menos que diecisiete años. Reconozco que mi infancia no fue de las mejores, pero tampoco de las peores, he tenido muchas cosas buenas, pero también malas, tuve muchos problemas, demasiados para ser una cría. Es verdad eso que dicen que los niños son malos, y te hacen daño. Yo hablo por propia experiencia, es muy duro que se rían de ti por tus defectos e incluso por eso llorar todas las mañanas por no ir al colegio. Y tu madre luchando por que vayas y estés bien. Ahora lo pienso, y pienso en que si fuera sido otra, me hubiera hecho respetar, pero no lo hice. Y empieza a faltar gente importante en tu vida (abuelo, no sabes cuánto te echo de menos, y esos paseos a la finca, fuiste mi segundo padre, me cuidaste, no sabes lo muchísimo que te quiero). Poco a poco vas creciendo, te salen los granos, esa cosa que se llama regla, te crecen las tetas, en fin, un montón de cambios asquerosos. Y a la vez, tienes más conciencia del mundo, te das cuenta de muchas cosas y empiezas a tener eso que le llaman, uso de razón y empezar a ser más autónoma. Y más palos, y cuanto más mayor eres, más te duelen. Me dice la gente que me conoce que tengo mucho carácter, la verdad es que no me extraña, yo solita me he ganado ese tópico de mi misma. Pero aunque es un defecto, a veces me suena también a virtud. Porque creo que lo saco a aflorar demasiado, y me juega malas pasadas, pero he aprendido la lección de aquellos años y me hago valer, y eso es lo que me gusta de mi. La vida ha cambiado mucho estos últimos años, he conocido a mucha gente que han estado en mi vida solo de pasada, otros que los tengo ahí, y otros que la verdad, daría la vida por ellos, esas personas que no has tenido años atrás, y parece que la vida te los pone ahí, delante, como un regalo. La verdad que son lo más bonito que tengo, no sé qué haría sin ellos. Y bueno, ahora, que me quedan seis meses para ser mayor de edad pues tengo esa ilusión de cualquier adolescente de tener el carné, de poder votar, ser independiente, tener tu propia tarjeta de crédito, esas cosas. Pero creo que mi objetivo principal está centrado ahora en irme a la Universidad, dejar atrás tantas cosas que me han hecho daño, pero a la vez llevarme conmigo a esas personas, en no soltarlas nunca, y agradecerles día a día lo que hacen por mí. No sé si llegaré a ser una gran periodista, o si ganaré un gran sueldo y tendré un gran trabajo, no lo sé, lo tengo en mente, pero ahora mismo supongo que hay que vivir el presente ¿No? Y disfrutar de cada momento, la juventud se escapa. Supongo que es el momento de cometer locuras, de equivocarse, de coger el tren equivocado y extraviarse, de enamorarse


miércoles, 12 de octubre de 2011

Quisiera compartir con vosotros esta preciosidad:


martes, 11 de octubre de 2011

Supongo que podría decirte tantas cosas que tengo que resumir, aunque te prometo que es muy difícil hacerlo, es difícil resumirte a ti. Que como siempre, decirte gracias, gracias por todo, por ayudarme tanto, por ser así de especial, por sacarme una sonrisa incluso en los momento más difíciles de mi vida, por estar ahí siempre, por ser esa pequeña personita con la que puedo hablar como si fuera yo misma. Gracias, por ser así, porque eres inigualable, eres especial. No sé como agradecerte todo lo que has echo por mi en tan poco tiempo, ha sido mucho. Que si no fuera por ti no sé donde estaría ahora mismo, me haces mejor persona, me haces a aprender de mis errores, desde un fallo tonto de escritura hasta el defecto más grande. Gracias, por saber sacarme los fallos siempre, y por alavar mis virtudes. Por no separarte de mi ni un segundo, por velar por mi a cada momento... Por entenderme, porque nadie me entiende como tú, eso también te lo puedo asegurar, porque tus consejos hacen que tome siempre el camino correcto, y hasta ahora nunca me he equivocado, y sé que nunca lo haré, porque me das esa seguridad que muchas veces me falta, porque siempre puedo contar con tu hombro para llorar y desahogarme, porque te has echo una persona indispensable en mi vida en muy poco tiempo. Gracias, gracias simplemente, por existir, por ser así. Te quiero muchísimo, no sabes cuanto.

Eres grande.

El cielo es un buen sitio donde imaginar... Yo solo espero que tú estés allí, viendo como estamos todos por aquí, ya ves, se te echa mucho de menos, algo de ti se ha quedado con nosotros pero a la misma vez se ha ido. Quizá escribirte esto no sirva de nada, ni lo leas, ni siquiera te des cuenta de como estamos. Pero me sirve a mi por lo menos, para sentirme mejor conmigo misma. Tengo que reconocer que te conocía prácticamente poco, dos años hace, si llega. Pero supongo que algo de mi también te lo has llevado contigo. Ojalá pudiera decirte ahora todo esto, que nos has dejado un poco más solos, has dejado desprotegida a mucha gente. Nos hacías falta, nos hacían falta tus chistes para animarnos en el día que más echos mierda estábamos todos. También echo de menos esas coñas que teníamos estos últimos días. No me explico porque has echo esto, pero te lo has llevado contigo. Decirte que no estás solo, que siempre nos tendrás contigo, que tarde o temprano nos volveremos a ver. Que has sido grande, que has sido único. Que siempre serás ese enano que hacía reír, y hacía feliz a tanta gente. Que nunca cambies, que tarde o temprano nos volveremos a encontrar. Siempre, siempre y más todavía.